miércoles, 13 de mayo de 2015

CAPGRAS






El delirio de Capgras se incluye en los síndromes de falsa identificación delirante y se caracteriza por la creencia delirante sobre la identidad propia o de una persona familiar y afectivamente significativa, que el paciente considera que ha sido sustituida por un doble. Es un cuadro que se describe cada vez con más frecuencia en trastornos psiquiátricos y orgánicos, siendo estos últimos los que presentan mayor afectación neurológica y cognitiva. Desde los modelos de la psicología cognitiva se ha ido evolucionando desde una atribución del delirio de Capgras a una alteración del procesamiento facial hasta concepciones que recalcan la incapacidad para integrar el reconocimiento de una cara familiar con los recuerdos emocionales ligados a ella, de modo que la sensación de familiaridad esperable no llega a producirse. Propuestas explicativas sobre familiaridad y su disociación del reconocimiento describen un aparato de integración, cuya disfunción provoca la ausencia de la sensación de familiaridad/ unicidad, creándose un doble delirante; se destaca también la posible independencia de las vías visuales de las que conducen al reconocimiento afectivo de una persona. Estos modelos cognitivos han llevado a desechar como teoría etiológica del delirio de Capgras el fallo en el procesamiento facial exclusivamente. Si bien siguen teniéndose en cuenta las motivaciones, deseos y necesidades internas del paciente para colorear el contenido delirante.
Los recientes modelos de procesamiento destacan la disociación entre reconocimiento y respuesta emocional, basándose, desde el punto de vista neurobiológico, en la desconexión entre el lóbulo frontal y las regiones temporales y límbicas (hipocampo) derechas, junto con el daño frontal bilateral. Algunas teorías sugieren como explicación la intervención de dos vías, una cortical no lateralizada, y la subcortical, que se localiza en el hemisferio derecho. La evidencia de que no todos los pacientes con afectación del hemisferio derecho desarrollan un síndrome delirante ha llevado a sugerir la presencia de algún mecanismo positivo de creación del delirio, que requeriría al menos cierta preservación del hemisferio izquierdo. Este actúa normalmente inhibiendo al derecho, trata de dar coherencia y sentido e interpretar la información disonante entre reconocimiento y ausencia de familiaridad, por lo cual su afectación conduciría al delirio. A su vez, la teoría de los dos factores de los delirios monotemáticos, entre los que se encuentra el síndrome de Capgras, propone que la génesis se debe a un doble fallo: lesión en el hemisferio derecho, probablemente en la zona ventromedial del lóbulo frontal derecho, más el fallo en el mecanismo de contrastación de creencias, que produce la persistencia del delirio a pesar de la evidencia en contra, sustentado también por el frontal derecho. El mecanismo positivo en este caso seria el sistema de evaluación de creencias, similar a las funciones de monitorización de la realidad.
El delirio de Capgras requiere de la coocurrencia de anomalías perceptivas, afectivas, fallos en el razonamiento, en la toma correcta de decisiones y en la evaluación de creencias, así́ como de cierta base previa de suspicacia. Estos factores, junto con la motivación, la psicopatología premórbida y la pérdida de la función del self podrían determinar qué pacientes vulnerables desarrollaran delirios y quiénes no.

Como conclusión, cabe mencionar la conveniencia de un modelo etiológico comprehensivo de este síndrome: se ha sugerido un modelo ideal que combine déficit cognitivos y perceptivos, deterioro orgánico, ideación paranoide y factores psicodinámicos. El síndrome de Capgras constituye un proceso complejo que no se limita a un simple problema de procesamiento facial, sino a una disfunción múltiple basada en procesos cognitivos implicados en la interpretación de percepciones anómalas y en la formación de creencias.

1 comentario:

  1. Debe ser sumamente angustiante y limitante padecer de esta patología y debe afectar de la misma manera a todas las personas cercanas al paciente, es de suponer que requiere mucha terapia no solo psicológica y psiquiátrica sinó por trabajo social también para que la familia pueda entender un poco mas la situación del paciente.

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