domingo, 10 de mayo de 2015

Fuga de ideas




En esta preciosa noche de verano y tras un largo tiempo sin escribir, me dispongo a dar forma a mi segunda entrada en el mismo día, me gustaría decir que seré concreta pero en vez de ello me dejaré llevar por las emociones que me irá provocando la música...
¿Nunca han tenido la sensación de que no encajan? ¿Cómo si este mundo no estuviese hecho para ustedes? Pues yo si. Además, no se porque también en mi corta existencia que son treinta y dos años, a veces pienso que el mundo es un lugar muy pequeño, y tal vez sea a causa de no haber viajado mucho en los últimos años. Esto me angustia.
¿Que qué tiene esto que ver con la esquizofrenia?
Pues muchísimo. Tiene que ver con que no sólo está la parte de: ¡Ay, que enferma estoy! Sino de hacer ver que la gente quien convive con este tipo de enfermedad, no es que podamos llevar una vida normal, es que la llevamos. ¿Y con esto qué quiero decir? Pues que también tenemos nuestras reflexiones, nuestras propias conclusiones, etc.
Dicen que los cambios en la vida son duros, y que hay que aceptarlos tal cual vienen, eso es cierto.
¿Pero qué es más duro los principios o los finales? A veces hay principios que son muchos más difíciles de asimilar que los finales. Cómo el principio de una enfermedad, o el mudarse a una ciudad nueva que es totalmente desconocida. Y en cambio hay finales bonitos, una graduación, un proyecto.
Me acuerdo cuando vine a vivir a esta ciudad, vine con la ilusión de mejorar mi estado de salud mental, cosa que fui consiguiendo paulatinamente, además también venía con el propósito de conseguir un trabajo estable. Al principio sólo conocía a mi pareja, cuando salía a la calle sólo me movía por el barrio, poco a poco fui aprendiendo las calles. Recuerdo un buen día que estaba en una sala de internet y se me ocurrió buscar la asociación de familiares y enfermos mentales del lugar y llamé. Con el tiempo allí comencé a conocer gente muy agradable y a realizar talleres de rehabilitación cognitiva. Así empezó todo. También me iban llegando trabajos eventuales. El tiempo pasó como sólo el sabe hacerlo.

Diría que por una parte fue un poco duro y por otra parte ha sido una de las mejores experiencias por las que he pasado. Porque si nunca hubiese tomado la decisión de venir aquí, jamás hubiera aprendido todo lo que he aprendido aquí. Y esta experiencia ha sido fabulosa. El miedo es una ilusión, de nosotros depende hacerle frente.

1 comentario:

  1. La historia relata muy bien la sintomatología, ayuda a entender la mente del paciente. Retrata la circunstancialidad del dialogo, típica de estos pacientes.

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